EUROPA - SOBERANÍA

Europa­ ¿unión o desunión, soberanía nacional o soberanía europea (Supranacionalidad)?[1]

Para empezar este ensayo, quiero expresar el concepto que entiendo por supranacionalidad, palabra que al parecer a muchos Estados de la Unión Europea les quita la tranquilidad ya que no quieren perder la soberanía nacional para acogerse a una soberanía europea, este hecho quedó demostrado cuando Irlanda vetó el Tratado de Lisboa.

“La supranacionalidad es la creación de normas y reglamentos de carácter jurídico-moral, para alcanzar objetivos comunitarios y que deben ser acatados por un conjunto de naciones que a la final beneficien al ente regulador del Estado, El Pueblo y así consolidar un proceso de integración”. Para que en Europa un tratado sea ratificado se necesita la aceptación de todos sus miembros es decir la unanimidad, lamentablemente esta regla tiene una gran contradicción ya que el concepto básico de los Europeos es la unidad, pero al mismo tiempo ningún Estado miembro quiere perder su tan amada soberanía nacional. No solamente el veto Irlandés es la causa del problema, si analizamos más allá nos damos cuenta que existen políticas que hacen pensar si realmente el Viejo Continente está unido o desunido, es el caso de las legislaciones en cuanto a temas de inmigración, políticas fiscales que ponen trabas para que se llegue al verdadero comercio unificado.

De todas maneras la confusión es mucho más compleja ya que los Estados miembros no quieren perder soberanía nacional y sin embargo, la mayoría han renunciado en materia económica a ella, han aplicado una moneda única y un arancel común exceptuando a Inglaterra que mantiene su soberanía monetaria. De estas líneas recojo las palabras del autor en el que menciona que los europeos andan lamentando no estar unidos, pero al mismo tiempo no quieren perder su independencia.

Entendiendo entonces desde un punto de vista más teórico al concepto de soberanía, hago referencia a Arbuet-Vignali quien manifiesta que:

“La soberanía partiendo del compromiso entre la comunidad (el común de las gentes) y su gobierno, es una idea fuerza legitimante del ejercicio del poder por la autoridad de gobierno de los Estados, quien lo recibe de los grupos humanos que formaron e integran la población de ese Estado (la nación), para ejercerlo con supremacía dentro del territorio del mismo, pero condicionado a hacerlo según la intención de la comunidad que lo origina, pues de lo contrario el poder se ejercerá ilegítimamente, volvería a su origen y la comunidad podría actualizarlo mediante el derecho de resistencia y opresión. También legitima en el ámbito internacional la conducción de las relaciones de cada Estado y los obliga a respetar la soberanía de los demás iguales y a cumplir de buena fe las reglas con que ellos pacta” [2].

Finalmente, los países de la Unión Europea no quieren perder su independencia o soberanía nacional por una cuestión netamente de poder.

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[1] Analizado del artículo de prensa, “Europa ¿Unión o desunión?”, realizado por Gabriel Tortella del 29/07/2008 para Diario El País de España.

[2] Ver: Arbuet-Vignali. Heber, El marco histórico y sociológico de la integración, en “Las claves jurídicas de la integración: en los sistemas del Mercosur y la Unión Europea, 1ª. Ed., Santa Fe, Rubinzal-Culzoni, Febrero 2004, Cap. VI, Págs. 21-22.